Oana Daniela es el ejemplo perfecto de mujer rural polivalente. Vive en Girov, condado de Neamt, es madre y propietaria de una pequeña granja. También es empresaria y coordina una pequeña empresa, Kameo-Dominion, que brinda servicios autorizados de traducción y redacción. Encuentra a la mayoría de sus clientes en línea y trabaja desde casa según su propio horario, lo que le permite cuidar de la casa y los animales.

Según Oana, en una entrevista exclusiva para Kleinon “Por lo general, las mujeres del campo se ubican en una determinada categoría, asumiendo que solo se ocupan del hogar. Sin embargo, esto está lejos de ser cierto. En los últimos años, ha aumentado el número de mujeres rurales que hacen más que eso.
Yo, por ejemplo, aunque vengo del medio urbano, opté por mudarme al rural por el deseo de pasar más tiempo al aire libre y comer más sano. La mudanza cambió mi estilo de vida, pero no desde un punto de vista profesional. Más precisamente, tengo un estilo de vida similar al de una persona del campo, pero profesionalmente sigo siendo una persona de la ciudad. Por ejemplo, tengo varios animales en el hogar que siempre cuido, entre ellos cabras y gallinas, un invernadero, un huerto y varios acres de tierra. Los productos agrícolas que resultan de mi trabajo se utilizan principalmente para mi familia, pero a veces produzco más de lo que necesitamos, por lo que también tengo varios clientes ocasionales.
Además de esto, me ocupo de la casa, cocino y llevo a mi hijo a la escuela todos los días. Al mismo tiempo, tengo una vida profesional satisfactoria como traductora y escritora. Hago escritura fantasma y traduzco contenido de varios campos, creo e ilustro libros para niños.
Aunque este estilo de vida suele ser exigente, siempre encuentro la dosis de energía necesaria para hacer lo correcto”.